viernes, 24 de septiembre de 2010

En Buenos Aires se aprobó la ley de fertilización asistida


La normativa fue aprobada ayer por la cámara baja bonaerense y considera como enfermedad a la infertilidad humana de acuerdo con los criterios internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), otorgando la posibilidad a las parejas que deseen concebir un hijo iniciar un tratamiento.

Entre los objetivos de la ley se encuentran:

1-Garantizar el mayor nivel de tratamiento médico asistencial integral dentro del ámbito de las parejas que padezcan esta patología, para la procreación de un hijo biológico.

2-Regular, controlar y supervisar los centros médicos que realicen tanto los diagnósticos y tratamientos de la infertilidad y los procedimientos de fertilización asistida.

3-Elaborar estadísticas para el conocimiento, estudio y seguimiento de esta problemática a través de la Autoridad de aplicación.

4-Efectuar campañas de información y prevención en todo el ámbito del territorio provincial a fin de informar a la población de las posibles causas de esta enfermedad y los tratamientos existentes para lograr el embarazo y llevarlo a término.

5-Propiciar el desarrollo de centros de referencia de procreación humana asistida integral en efectores públicos para facilitar el acceso a la población de toda la provincia.

6-Capacitar a los Recursos Humanos para lograr su especialización dentro y para los efectores públicos de salud.

Se trata de una normativa para celebrar desde el punto de vista de la igualdad de posibilidades para todos los bonaerenses que padecen esta enfermedad, que representa la imposibilidad de tener un hijo biológico.

Las parejas que padecen de infertilidad muchas veces son presa fácil de inescrupulosos profesionales de la medicina que comercian con la desesperación de los futuros padres, por esos hijos que no llegan. En algunos casos, invierten importantísimas sumas de dinero para terminar finalmente, en un tratamiento que fracasa.

Paula contó que con Alfredo, su esposo, cansados de tantos tratamientos infructuosos que los dejaron agotados económica y emocionalmente, desistieron de la búsqueda de su primer hijo.

"Durante un año dejamos de ir a médicos y centros de fertilización, nos compramos un perro y nos dedicamos a viajar". Transcurrido este tiempo retomaron la búsqueda. "Cambiamos de ginecóloga, agrega Alfredo; nos hizo hacer una serie de estudios de rutina espermograma, dosajes hormonales; y fue entonces, cuando detectó que Paula tenía diabetes mellitus y eso nos impedía lograr el embarazo".

Después de meses de tratar la diabetes mellitus, Paula y Alfredo lograron concebir a su primer hijo biológico, luego de fracasar en dos intentos de fertilización asistida. En la actualidad, ya son padres de Brenda y Teo.

Es fundamental la tarea de contralor y especialización de Recursos Humanos para que no se repitan casos como el de Paula y Alfredo.

Por otra parte, es vital el compromiso de la ley en cuanto a la cobertura de las obras sociales y de medicina prepaga para que aquellas personas de bajos recursos puedan realizar tratamientos de fertilización asistida.

También se creó, con la sanción de la ley, el Consejo Médico Consultivo de Fertilidad Asistida, dentro del cual funcionará un Comité de Bioética interdisciplinario que aborde esta problemática.

Esta normativa sienta un precedente muy importante para la construcción de una sociedad más igualitaria que da respuesta a los problemas de la población.

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