viernes, 13 de mayo de 2011

Amores imposibles


Por Marcela Varela

A veces, una poesía, o una canción o por qué no, las dos al mismo tiempo; nos hacen reflexionar sobre ciertos imposibles; la tristeza que éstos pueden ocasionar, ni hablar de la desdicha que puede abrazar toda nuestra vida.

Sin embargo, tratándose de un amor imposible, uno no puede dejar de interrogarse, acerca de si vale la pena negarse a vivir una pasión que es como revolotear de mariposas; y que nos hace estar en la luna.

¿Acaso, el amor no es siempre bienvenido? ¿No sana nuestro corazón de todos los males? ¿No es renacer? ¿No dijo el poeta que era poesía?

Domenico Modugno en El maestro del violín, interpreta en la canción a un hombre mayor que se ha enamorado de una mujer mucho más joven que él; y ahí se desata algo más duro aún; si el amor no puede ser, una vez que ha quedado al descubierto, obliga a los amantes a escapar.

¿Se puede huir? Como todo, seguro tiene sus razones, aunque no se puede negar que debe ser muy difícil continuar por la vida con una espina en el corazón, con la duda de algo que pudo ser hermoso contra todo prejuicio.

El amor no tiene edad. Las personas tienen edad. La cultura va imponiendo modelos de vida a los que por mandato social adherimos.

Pensaba que en los tiempos de mis abuelos era muy común que los hombres le llevaran muchos años de diferencia a sus esposas; aún más para las familias, era mejor así. Los padres entregaban a sus hijas a hombres “hechos y derechos” y sin embargo, las parejas eran más estables que en la actualidad.

Entonces, ¿un amor es imposible; o lo hacemos imposible?

En conclusión, mientras el amor exista; jamás nos podrá unir el espanto

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